El goteo incesante y la voz de chorro al caer,
el murmullo incomprensible de los guiris
-esta sordera cerrada, impagable-
… Esta letra ilegible de los viajes en metro…
—
Taza de café,
pan y presunto e queijo
en lonchas.
El amanecer despierta
y el horizonte es una orquesta
muda y sin instrumentos,
una bella muerte que duerme
sobre tu cama; que te espera.
Y el sol mientras tanto más allá,
além dos luceros y das estrelas,
além das luces dos coches
que viven de noche.
Que se oculta a mi llegada.