«Poemas de la isla y de mí», crítica a una traducción (y una práctica de edición)

A la publicación de Poemas de la isla y de mí (1908 – 1991) del autor madeirense João Carlos Abreu, editado para la colección Biblioteca Atlántica (Consejería de Educación, Universidad, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, 2019) y cuya traducción ejecutó Aquiles García Brito, se le debe reconocer la labor y el trabajo de publicar, por primera vez en español, a este autor portugués hasta ahora desconocido en nuestro idioma. No obstante, y tristemente como mostraré a lo largo de estas notas, la selección del “traductor” no fue ni oportuna ni acertada, ni parece haberse fundamentado en criterios profesionales.

A continuación, se expondrán solamente algunos de los errores encontrados entre las páginas 50 y 159 del libro.

En Poemas de la isla y de mí (1908 – 1991), edición bilingüe del Gobierno de Canarias con traducción de Aquiles García Brito, se identifican una serie de errores de edición y traducción que pueden resumirse en los siguientes: Errores de edición y Errores de traducción (o desconocimiento de la lengua portuguesa).

Errores de edición

En su “nota del traductor”, Aquiles García Brito afirma lo siguiente:

[…] Anecdóticos son aquellos en los que se presentan algunas posibles erratas, que no se han corregido en el original pero sí, lógicamente, en la traducción. […]

Esos casos “anecdóticos” no son otra cosa que erratas en el texto portugués que se dejan sin corregir, y que aparecen, como mínimo, en las páginas 84, 94, 102, 104, 108, 138, 154 (esta última con 5 erratas), para sumar un total de 11 erratas. Once erratas que fueron detectadas en el texto portugués pero que se decidió no corregir. ¿Por qué?

¿Cómo justificar una edición bilingüe con erratas en el texto original si resultan fácilmente corregibles si

A) el traductor conoce la lengua desde la que traduce y

B) el autor está vivo para consultar con él posibles dudas de caligrafía?

Ante una publicación con erratas que son absultamente evitable, me pregunto ¿si los editores y el propio traductor no desmerecen así la propia publicación de la obra (y a su autor), además de  la imagen y los recursos dedicados a la colección Biblioteca Atlántica? ¿Qué lleva al encargado de la traducción a no corregir tales erratas, cuando estas son absolutamente evitables? ¿Qué hace que los responsables de la edición acepten tales erratas?

Errores de traducción (o desconocimiento de la lengua portuguesa)

Igualmente en la “nota del traductor” se afirma lo siguiente:

[…] Además, como poeta que traduce a otro poeta, un alma gemela, he tenido muy en cuenta no perder ninguno de los elementos poéticos originales, bien fuera la metáfora o la imagen, el ritmo, la sonoridad o incluso la rima que se da en algún poema, adaptándolos, a su vez, a los de nuestra lírica, afectando positivamente a la traducción final […]

Sin entrar a valorar ese hacer literario de Aquiles García Brito quien afirma que su condicion de poeta, le otorga una comprensión y un saber hacer traductológico que garantizan una traducción de poesía bien hecha, así como “no perder ninguno de los elementos poéticos originales”, sí recordaremos aquí lo que ya debería saberse:

  • Escribir versos, “ser poeta”, no garantiza una buena labor traductora.
  • “Ser poeta”, de hecho, puede viciar y deformar una traducción.
  • Ser nativo de un idioma no garantiza ni una buena traducción, ni una buena revisión.
  • Es el conocimiento de la propia lengua y de la lengua desde la que se traduce, es la lectura, el análisis y el estudio del texto original, la identificación de su registro, sus coordenadas literarias, es la conformación de una interpretación aceptable coherente (dentro de un horizonte de posibles) del texto original lo que proporciona una guía mínima, para aspirar a una buena traducción; sin mencionar la necesaria experiencia reflexiva acerca de los procesos creativos, racionales y poéticos del texto literario.

Todo lo anterior demuestra desconocer Aquiles García Brito sin reparo, ni pudor.

En la traducción de «Poemas de la isla y de mí» se identifican varios ejemplos que

A) reducen la nota del traductor a un intento de grandilocuencia (que una lectura crítica identifica con facilidad)

B) y delatan graves carencias en lo que se refiere a traducción y conocimiento de lengua portuguesa.

ENCHER/HENCHIR

En el texto original puede leerse:

Fui apenas um pesadelo, mergulhei, por instantes, nas
madrugadas risonhas da minha infâcia:

Mientras que en la traducción:

Fui apenas una pesadilla, margullé, por un momento, en
las madrugadas alegres de mi niñez:

Otra vez, el que traduce decide ignorar gratuitamete las diferencias de registro entre «alegre» y «risonho» en portugués (existentes también en español) así como anular la voluntad del autor, Joao Carlos Abreu, que había elegido para sus versos «risonho» (risueño) en lugar de «alegre» (alegre, también en español). Aquiles García Brito decide unilateralmente, otra vez sin  sostén alguno en el contexto y las coordenadas del poema, aplanar el verso del poeta, traduciendo “risonho” por “alegre”.

NÃO SABERMOS/NO SABEMOS

Seguimos leyendo la nota del traductor:

[…]De igual forma, el original portugués se ha respetado en todos los casos, salvo en aquellos que, por imperativo, no se pudiera –muy pocos-.[…]

En esta ocasión la “nota del traductor” promete respetar el texto original, sin detallar su idea de lo que es ese respeto, y no ofrece detalles de esos casos o decisiones “imperativas” donde, elocuentemente, arriesgó en su traducción. Los errores detectados, sin embargo, desmienten tales casos imperativos y resalta, una vez más :

A) un claro desconocimiento de aspectos básicos de la lengua portuguesa,

B) una idea de traducción que no va más allá del uso de un diccionario y

C) resolver “al gusto” o aleatoriamente las cuestiones relativas a la traducción.

Así, en la siguiente estrofa:

Tenho pensado:
Cada Primavera traz-nos a certeza da vida.
O ridículo está em ti, em mim,
não sabermos construir uma casa flutuante,
com sol, lua e paisagem.

Que se ha traducido como:

He pensado:
Cada primavera nos trae la certeza de la vida.
El ridículo está en ti, en mí,
no sabemos construir una casa flotante,
con sol, luna y paisaje.


Aquí el respeto al original que predica el traductor se “ejemplifica” dando “no sabemos” por traducción correcta de “não sabermos”, estructura típica de la lengua portuguesa denominada “infinitivo pessoal” que indica subordinación y que, en español, se traduciría por estructuras del tipo “que no sabemos”, manteniendo así la subordinación del original.

Dicho de otro modo, donde el poeta portugués matiza, explica o ubica la causa que provoca el primer verso en ese desconocer cómo construir una “construir una casa flotante” -responsabilidad y culpa que recae sobre él mismo y una tercera persona-, Aquiles García Brito elimina de un plumazo ese matiz, injustificadamente… tras haber presumido en su nota del traductor de respeto hacia el texto original.

Conocer estas estructuras del portugués se asocia a un nivel C1, nivel mínimo exigible en conocimiento y práctica a cualquier responsable de una traducción. Nivel que este traductor no demuestra tener aquí.

DE BRANCO SE PINTOU/DE BLANCO PINTADA

Otro ejemplo del peculiar “respeto” que aplica Aquiles García Brito a este trabajo lo encontramos en el siguiente poema:

FUTURO

Sonhei que o mar ficou
sem sal
e a terra verde, de branco se pintou:
era uma ilha completamente
diferente,
povoada de esquimós,
com sinfonias de música, exaltando
a agonia do passado.


 

Aquí el poeta sueña con un mar vaciado de sal, sueña con una tierra que ha perdido su verde, una tierra que ha sido pintada de blanco. El poeta imagina una tierra diferente poblada ahora por esquimales, con sinfonías de músicas que exaltan la muerte lenta del pasado.

Mientra que Aquiles García Brito traduce de la siguiente manera:

FUTURO

Soñé que el mar se quedó
sin sal
y la tierra verde, de blanco pintada:
distinta,
poblada de esquimales,
con sinfonías de música, enalteciendo
la agonía del pasado.


Y al hacerlo así Aquiles García Brito vuelve a pasar la apisonadora de matices en “de branco se pintou”, al traducirlo “de blanco pintada”. En este caso se pasa por el forró las acciones que explicita el poeta en los versos para describir lo acontecido en su sueño, y ofrece (como válido) al lector la traducción “de blanco pintada”, caprichosamente, una acción muerta, ya acabada, adjetiva, y lejos de la intención y decisión del poeta madeirense. Donde el poeta enumera una serie de acciones que acontecieron en su sueño, el traductor elimina una de ellas.

NEM MAIS PONTO NEM MAIS VÍRGULA/NI MÁS PUNTO NI MÁS COMA

El poeta João Carlos Abreu en su libro:

Nem mais ponto,
nem mais vírugla.
Porque no ser-se
o que não se é,
conta tudo:

Y Aquiles García Brito traduce:

Ni más punto,
ni más coma.
Porque en el ser
lo que no se es,
cuenta todo:


Los versos “nem mais ponto, nem mais vírgula” corresponden en portugués a una frase hecha que, en español, corresponderían a un “y no se hable más esta todo dicho”, “y ni una palabra más esta todo dicho” o “y no se hable más, esta todo dicho”; incluso podría haberse optado por un “ni un punto ni una coma más”. 

Esta frase hecha y su traducción se enmarcan dentro de los conocimientos mínimos de lengua portuguesa, y de traducción, que se deberían exigir para encargar un proyecto como el de traducir para la Biblioteca Atlántica. El que traduce ignora todo lo anterior, y ofrece al español una frase empastada, extraña, franquestiniana en el contexto del poema.

Conclusión

A la vista de los errores anteriores y otros que abundan en la misma línea, la única conclusión posible que los explica es que Aquiles García Brito no disponía, en el momento de la traducción, de los suficientes conocimientos de lengua portuguesa y, por tanto, nada lo sugería como un candidato válido para traducir este libro, ateniéndonos a criterios de selección estrictamente de experiencia y profesionalidad.

También queda claro que Aquiles García Brito abordó la traducción sin informarse un mínimo acerca de la labor y cuestiones básicas de traducción, sin un mínimo de humildad, y que, a pesar de todo, se creyó capaz de traducir con éxito desde el portugués, probablemente animado (quiero pensar) por buenas intenciones y la engañosa cercanía lingüística entre as lenguas española y portuguesa.

Hoy, con la facilidad que ofrece Internet para buscar y contactar con traductores de portugués-español, y con la existencia en Canarias de dos facultades de traducción e interpretación, además de escuelas oficiales de idiomas y aulas de idiomas donde se enseña portugués, resulta difícil de entender la selección de Aquiles García Brito como traductor solvente para un proyecto de traducción.